La creciente interdependencia e integración económica entre países junto con el acentuado proceso
de globalización, derivado de la evolución tecnológica, ha propiciado la incorporación de las
principales economías desarrolladas en los mercados mundiales y permitido a las pequeñas y
medianas empresas catalanas avanzar considerablemente en el ámbito de la internacionalización,
con un incremento de las exportaciones e inversiones directas en el exterior en las últimas décadas.
En la actualidad la emergencia de economías de bajo coste está modificando e intensificando
notablemente las condiciones de competitividad en el ámbito internacional, incidiendo directamente
en la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas catalanas, con una ralentización en
el crecimiento de sus exportaciones y una fuerte desaceleración en los flujos de entrada de inversión
extranjera.
Para dar respuesta a este nuevo contexto internacional, y aunque el gobierno de Cataluña está
adoptando políticas destinadas a la mejora de la competitividad de su economía que contribuyan a
estimular la internacionalización de su tejido empresarial, todavía una mayoría de pequeñas y
medianas empresas catalanas concentra sus actividades en sus mercados locales o nacionales,
considerando demasiado costoso o arriesgado ampliar sus actividades en el extranjero. En este
sentido, la internacionalización es un proceso complejo que difícilmente puede ser abordado con éxito
por las pequeñas y medianas empresas en solitario, al carecer de recursos, conocimientos y prácticas
comerciales en los mercados extranjeros, siendo necesario que organismos públicos, y en ocasiones
privados, cubran estas carencias poniendo a su disposición los instrumentos necesarios para
impulsar y fomentar su internacionalización. Dichos instrumentos de apoyo, conocidos como
programas de promoción de la internacionalización, ayudan a superar las barreras de motivación,
información y capacidad operativa de las pequeñas y medianas empresas cuando deciden
emprender operaciones en el exterior.
La Administración pública catalana está adoptando un papel proactivo para fomentar la
internacionalización de sus empresas, existiendo un predominio de organismos públicos de apoyo a
la internacionalización con multitud de instrumentos de carácter mayoritariamente genéricos y
centrados en la exportación del sector industrial que asisten a las pequeñas y medianas empresas
con actividades de información, formación, asesoramiento y apoyo financiero durante todo su proceso
de internacionalización, tanto en la expansión exterior, especialmente en la iniciación a la exportación,
como en la implantación productiva exterior.
Debido a la diversidad de agentes que operan en la promoción de la internacionalización, dichos
instrumentos y programas no siempre son percibidos con claridad por las pequeñas y medianas
empresas catalanas y en ocasiones las mismas se encuentran desorientadas a la hora de llevar a
cabo su intención de internacionalizarse, siendo necesario optimizar las actividades que se
desarrollan en materia de internacionalización mediante una coordinación y cooperación entre
instituciones que evite solapamientos, una comunicación fuerte y efectiva para dar a conocer con
claridad los servicios existentes, una adaptación a las necesidades individuales de las empresas y a
las nuevas exigencias de la competitividad y los mercados, y una simplificación administrativa que
permita un acceso más fácil y ágil a los programas de apoyo.
