Estudio de viabilidad de una instalación de cogeneración alimentada con biogás en la granja "El Sas"

Abstract

El objetivo principal de este proyecto es estudiar la viabilidad de instalar un biodigestor anaeróbico para obtener biogás de los purines generados en la granja porcina “El Sas”. El biogás será utilizado por un equipo de cogeneración para cubrir las necesidades de calor de la granja y del propio biodigestor, y para generar energía eléctrica que será vertida a la red de distribución. Se determina que la instalación es viable para un biodigestor de tipo mezcla completa y trabajando en rango de temperatura mesófilo, siempre y cuando se añada a los purines un 5% de residuo de pera proveniente de la industria agroalimentaria. Se especifican en el estudio los diferentes elementos que debe tener la instalación. Se realiza el balance energético para un motor de cogeneración de 484 kW (204 kWeléctricos y 280 kWtérmicos) y se determina que el motor debe trabajar a plena potencia la mayor parte del año y estar apagado en los periodos de menor demanda de energía térmica. Así la instalación cumple el “rendimiento eléctrico equivalente” (REE) mínimo exigible para poder acogerse al régimen especial de productores de energía y vender la energía eléctrica producida. En el estudio económico se calcula el precio de venta del kilowatio hora según las tarifas eléctricas vigentes y se detallan los costes, ingresos y ahorros que se derivan de la instalación una vez implantada. También se determina la inversión inicial necesaria y se estudia la evolución temporal de la cuenta de resultados durante la vida útil de los equipos. Para que la instalación tenga una rentabilidad aceptable (superior al 10%) es necesario que reciba una subvención de al menos el 11,5% de la inversión inicial. En el estudio ambiental se determinan los ahorros de emisiones de gases de efecto invernadero debidas al ahorro de combustible, la producción de energía renovable y la contención de las emisiones incontroladas de metano por parte de los purines. La instalación supone una mejora en la gestión de los purines, ya que se consigue un subproducto más estable, con un contenido de materia orgánica mucho menor y con posibilidades de ser valorizado económicamente. Además disminuye en gran medida los malos olores en la granja.