El artículo trata de entrever cuales seran las condiciones de las ciudades, y esencialmente de la vivienda, despues de la vivencia de la pandemia del covid 19 y de la experiencia de los confinamientos. Sin duda, esta pandemia nos ha puesto, al menos, frente dos futuros posibles: el de la autodestrucción de nosotros mismos, por no considerarnos parte de un sistema mayor, ni reconocer nuestra ecodependencia; o el de un cambio radical en la trayectoria, que nos permita caminar hacia un futuro habitable. Y en este sentido, el derecho a la ciudad y el derecho a la vivienda tienen oportunidad de serlo en la segunda opción, ya que en la primera son sólo bienes de cambio, financiarizados. De nosotros, como sociedad y civilización, depende.

he article tries to glimpse what the conditions of the cities, and essentially of the housing, will be after the experience of the COVID-19 pandemic and the experience of the confinements.Undoubtedly, this pandemic has put us, at least, in front of two possible futures: that of the self-destruction of ourselves, because we do not consider ourselves part of a larger system, nor recognize our eco-dependence; or that of a radical change in the trajectory, which allows us to walk towards a livable future. And in this sense, the right to the city and the right to housing have the opportunity to be in the second option, since in the first they are only exchange goods, financialized. It depends on us, as a society and civilization.