Del trigo al hombre : rehabitar el silo

Abstract

La aparición del elevador de grano en 1843, de la mano de Joseph Dart, supuso una revolución en la forma de almacenar y preservar el cereal que, aun hoy, tiene vigencia con escasas modificaciones. La evolución de hacia las formas que conocemos actualmente fueron posibles con la introducción de la energía eléctrica como fuerza motriz, y la aparición del hormigón armado para poder materializarlos. Las formas simples y desprovistas de ornamento propias de las edificaciones industriales americanas, tuvieron notable influencia en los arquitectos pioneros del Movimiento Moderno. Después de la Guerra Civil, el campo triguero en el país se hallaba en un lamentable estado, los esfuerzos del gobierno español se dirigían hacia la recuperación de un sistema agrario deteriorado, que provocó grandes periodos de hambruna en la población. El estado decidió entonces una actuación sin precedentes, que consistía en el establecimiento de la Red Nacional de Silos y Graneros como elementos reguladores de la producción de trigo que garantizaba el control sobre una de las áreas clave en esos años difíciles de postguerra. Se construyeron entre 1949 y 1990, un total de 667 silos verticales, enmarcados en 35 tipologías formales diferentes. El olvido en que se ve inmersa la RNSyG en los últimos años del Régimen, anuncia el fin del monopolio cerealista, y auspicia el futuro incierto de la mayoría de los depósitos. Las políticas agrarias procedentes de la CEE consolidan el estado de desahucio de este patrimonio que se enfrenta a un olvido administrativo y social, poco acertado para las construcciones que marcaron uno de los más importantes episodios de construcción pública realizados desde el ámbito de la ingeniería. Durante varios años las industrias y agroindustrias han caído en la desafección y el olvido, escasas han sido las iniciativas en el ámbito nacional, que pongan en evidencia el gran potencial que tienen estos edificios para ser reusados, alargando la su vida útil, evitando la destrucción del patrimonio, adaptándolo a un nuevo uso con la finalidad de que relacionarlos con los nuevos requerimientos urbanos. Actuaciones previas entorno a la recuperación de depósitos de cereal, ha permitido determinar posibles pautas de actuación aplicables al caso español, para llevar a cabo este análisis se realizó una categorización de referentes considerando el enfoque frente a la preexistencia, es así que se han detectado 4 calidades: el silo como contenedor, el silo como pedestal, el silo como estructura y el silo como soporte de arte. De cada una de estas actuaciones se han analizado parámetros comunes y comparables los que dieron como resultado una serie de criterios de posibles actuaciones frente a esta tipología edificatoria. Las pautas enunciadas pretenden la re-activación de estas edificaciones a fin de incorporarlas a dinámica urbana como elementos que generen sinergias acorde con las demandas predominantes en el ámbito local.