Simulación numérica de flujo y transporte de la laguna de Fuente de Piedra en condiciones extremas de densidad variable

Abstract

La laguna de la Fuente de Piedra es un humedal con un alto valor ecológico, fue declarada Reserva Natural y ha sido un de los tres primeros humedales de España en incorporarse al convenio de Ramsar. La laguna (13Km2) se encuentra en una cuenca endorreica (150km2) donde afloran las calcarenitas del Mioceno, que albergan un acuíefor de agua dulce, y el Complejo Caótico Sub-Bético (CCS), que además define el muro del acuífero Mioceno. El CCS del Mioceno inferior-medio es un olistostroma formado por una matriz mago-yesífera de edad triásica y bloques calizos, dolomíticos y margososo de edad Jurásica a Oligocena. Entre el modelo genético de la laguna, el conceptual de su sistema hidrogeológico y el genético-evolutivo de la salmuera existe una relación muy estrecha. La laguna se originó por Karstificación y colapso del material yesífero-salino del CCS. En el sistema hidrogeológico de la laguna se presentan grandes contrastes de densidad: el agua dulce superficial, la salobre y las salumeras someras y profundas. Tradicionalmente, a las salmueras de este sistema se les atribuyó un origen exclusivamente evaporativo y se las ubicó unicamente en la zona de descarga, asociándose a un modelo clásico de cuenca endorreica en clima semiárido.En esta comunicación se propone un nuevo modelo de la laguna apoyado en una modelación axisimétrica del sistema hidrogeológico local de la laguna en régimen cuasi-estacionario de flujo y transporte con densidad variable. Los resultados de la simulación reforzaron las conclusiones de los trabajos realizados previamente que indicaban que el origen de las salmueras no era el resultado exclusivo de la evaporación en la laguna y sugerían la aportación de un sistema profundo kárstico hipersalino desarrollado en el CCS, vinculado con la génesis y evolución de las salmueras de la cuenca. No obstante, los resultados de las simulaciones aquí presentadas modifican parcialmente el patrón de flujo del sistema que sugerían estas conceptualizaciones previas, desestimando las posibles recargas del sistema kárstico desde el acuífero mioceno